Habian pasado varios días, la premisa intacta, no escribirle era tan dificil, tan lejana la sentia hasta que del otro lado del frio aparato incomunicacional llegaban sus letras. Había alguna forma de no permitirse sentirse feliz por un minuto en un velo de incoherencia? no la encontré y lo fui.

El tiempo ponía las cosas en su lugar? o era que las cosas solo se acomodaban por falta de atención?
Sentada del otro lado de la plaza estaba Bela, Si era ella, la reconocía por su lejanía, su mirada fija en ese libro, en esas letras que acaparaban su atención. No habia cambiado mucho, un poco más oscuro el pelo quizá, un poco más abrigada tal vez, datos que no hacian a la diferencia, a la esencia en si, los mismos ojos, la misma boca, la misma expresión al concentrarse, intacta, ella, Bela.
Pero era mi expresión la que había cambiado, mi energía, lo que me hacía caminar hacia adelante, buscarle la vuelta, disfrutar el tiempo y no dejar q se perdiera entre los dedos. No quise destruir eso acercandome que clavara sus ojos cambiandolos, que su boca cambiara su posición y su expresión al desconcentrarse para concertrarse en humillarme una vez más. Preferí caminar hacia adelante, buscarle la vuelta pero a mi esencia a lo que hace que las cosas simplemente se quiten deun estante que necesita espacio para nuevas y que el tiempo no se pierda entre los dedos.
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Que se podia decir? acaso habian palabras para definir el abismo que me separaba de su boca? pero que se podia contar de ella sin revelar su identidad abasallante? ella, la que una vez que arranca no tiene un final y ciclicamente avanza y avanza, algo que no se puede detener, que no quiero detener, porque esa fue la premisa desde el primer momento. Nunca interrumpir su paso, por mas que vuelva empezar una y mil veces.
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Que simple era un grupo de letras juntas, q simple formaban oraciones, que simple era leerlas y tomar sentido en mi mente, que simple era que al fin me fuera a dormir feliz al recibir sus palabras complejas.

Como saldría de ella sin lamentarlo? como haría para que cada día no tuviera ese sabor que tiene el sueño al despertar, ese amarga sensación de saber que es imposible, que cada cosa q hiciera o dejara de hacer no cambiaría el rumbo de las cosas, el pre al psico con algunas equivalencias aprobadas o el dejar todo de lado y avanzar, permitiendo q ella supiera mi sentir o enterrando ese secreto en lo mas profundo de los silencios, las alternativas estaban sobre la mesa, las observaba y las pensaba, las miraba pero finalmente prefería irme a dormir sabiendo que, una vez más, soñaría con ella.