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Otra vez Asilem, esta vez al frente del festival. Cuantas veces la miraré sin decirle nada con palabras? Cuantas veces creeré que fue un hermoso sueño. Cuando despertare? Cuando le diré lo que me pasa? Que las quinientas noches no me fueron suficientes para olvidarla. Cuantas veces escribiré tu nombre al revés para creer es ella.
Continue Reading"Si esos ojos negros no los hubiera visto tan de cerca, hoy no los sentiría tan lejos." - escribia en su libreta mientras observaba como quien mira al amor de su vida, sabiendo que es imposible, pero sabiendo que es su amor, imposible sería poder acercarse mas que con simples recursos agotados. Tan lejana, tan ida, tan ella, tan Asilem, que podia decir, no la conocía y la conocía tanto, sabía de su esencia y le dolía tanto aceptar su lejanía, su ida, su ella, su Asilem.
Era tan extraño todo que no sabía por donde empezar, encima el escenario conjugaba cada movimiento, mezclaba y le arrojaba en la cara dejandolo perplejo, no sabiendo que hacer, sin poder reaccionar, esta plaza era más de lo que había y los recuerdos eran mas que los reales, quiza se traslucían los recuerdos que ella no le había dejado vivir.
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traveler81.marzo2007
Sentía que quería estar con Roma toda su vida, pero le daba mucho miedo pensar así, ya que la estaba perdiendo antes de tenerla. Recordaba sus recuerdos y sensaciones al conocer los dos grandes amores de su vida. Asilem primero, Lariadna después. No lograría nunca encontrar esa sensación hoy. Esa tranquilidad (aunque mas no sea en ese instante) al saber que ellas en ese momento eran-para-él y que no tenía por que preocuparse. Lo mismo que le sucedió en un tiempo intermedio entre ellas al conocer a Grep, sólo que ella nunca le importaría. Como podría sentir lo mismo hacía Roma? si le importa mas no perderla que tenerla, si le importa tanto que no se vaya de su vida antes de entrar a ella.
Hoy estaba mal, no era un buen momento para nada. Tampoco sabía si para escribir lo era, sólo sabía que otro día mas pasaba, terminaba, y así los miedos sin que sean nuevos en su mente no son equitativos respecto a los calendarios. No necesitaba en realidad a Roma, se necesitaba a él de una vez por todas.
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traveler.marzo2007
Sentir su perfección lo asustaba, no quería idealizarla de ninguna manera, pero es que sólo se tomaba de hechos verídicos para describirla. Como el equilibrio entre la sensatez y la incongruencia, entre la estética y el alma, entre su paz y su guerra, su fortaleza y su vulnerabilidad, como el punto medio lo mantenía convitiendola en esa imperiosa imagen de Roma. En sus ojos se venian esos puntos justos (quizá porque asi él la quería ver) entre los extremos que tanto miedo le daban y dejaban perplejo. Esos extremos que terminaron (aunque no lo hicieron) con su vida alguna vez.
Tan simple y tan compleja, equilibrada y hermosa Roma, serás siempre el amor de mi vida, sólo que hoy no te toca saberlo.
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traveler.marzo2007
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